"Hell is round the corner" (Tricky)
...acechando, por si me despisto. Movimientos a cámara lenta para pasar desapercibida entre la muchedumbre, reptando a veces... pero sé que vas a encontrarme de todas formas. Mientras tanto me río de mi sombra.
...acechando, por si me despisto. Movimientos a cámara lenta para pasar desapercibida entre la muchedumbre, reptando a veces... pero sé que vas a encontrarme de todas formas. Mientras tanto me río de mi sombra.
"Dártelo es mi privilegio
y como te lo doy,
te lo podré quitar
un corazón no es para siempre
a veces tienes q devolverlo...
-la noche es mágica también, no?-
-y trágica.
me pasaba las horas
acariciando mi herida
se me iban los días....-
no me pidas q te espere
por que siempre q espero
estoy persiguiendo
Yo intentaba escrutar las estrellas
mientras tu te pintabas las uñas de los pies
si, te veré surfear de nuevo
con tu traje de sirena
y tu tabla plateada
en una habitación con vista...
con una desconocida que conocí
en mi búsqueda de la felicidad
mi vi interrumpido por la metafísica
escribo sobre ti desde hace mucho
incluso antes de conocerte
y si no te veo aquí
te veré en mis sueños....
tengo mi tristeza siempre ahí
escondida
poniéndose guapa
y cuento con ella
pa q me sepa guiar
mas alla de ti
mas alla de mi"
(Ivan Ferreiro. Las siete y media)
(...) que sentiste su abrazo?
(...) que le besaste en la playa?
(...) que le dijiste que le querías?
(...) que creíste volar y rozar el cielo?
Me desgasto como una roca y todos aquellos momentos quedan tan lejanos que parece que no sea yo la que los ha vivido.
He decidido reservar palabras para grandes ocasiones. Desempolvarlas con cuidado y respirarlas en tu nuca cuando te cruces en mi camino y me de cuenta de que eres TÚ.
La recomendación del día, tranquilita porque hay que descansar del fin de semana.
Lo mejor, el concierto de Vive la fete ( http://www.vivelafete.net/ ), lo peor, lo abarrotado que estaba todo, imposible caminar por la calle Fuencarral.
Hay personas que no acaban nunca de irse de tu vida, no sé si es por no haber cerrado la puerta con pestillo o porque a pesar de que la atranques sabes que tarde o temprano conseguirán entrar de nuevo rompiendo todos los cerrojos. Podría citar a varios personajes “ilustres” que de vez en cuando reaparecen para saludarme e invitarme a un café. Luego vuelven a evaporarse por largas temporadas como si se les hubiese tragado la tierra.
Ayer me alegré de ver a uno de esos amigos “ambulantes”. Se acercó al portal de casa porque no había tiempo para más, hacía mucho que no le veía, me reprochó que no le hubiese avisado las veces que me he dejado caer por la ciudad, que no haya dado señales de vida últimamente. Respondí que yo tampoco tenía muchas noticias suyas desde hacía tiempo y que la información suele fluir en dos direcciones. Después nos pusimos al día de nuestros acontecimientos personales importantes, me comentó que se acababa de comprar un piso (una vez más sonó en mi interior la alarma del paso del tiempo), cosa que no dejó de chocarme viniendo de un convencido nómada errante… está claro que al final todos terminamos claudicando y asentándonos en un lugar.
Nos dimos un abrazo como despedida y prometimos volver a vernos pronto, ambos sabemos que no será así pero que pase lo que pase, siempre podremos contar el uno con el otro para lo que sea.
Este fin de semana vuelvo al norte a despedir el verano. Será el último (supongo) en una temporadita. Ha sido extraño no tener vacaciones. Por primera vez he sobrevivido el infierno de calor del tirón en Madrid. Me imagino que acusaré el no haber desconectado al menos un par de semanas.
El contrapunto es que de nuevo empieza la temporada de conciertos. Me ilusiona el grupo de gente que se ha formado compartiendo inquietudes y gustos. Lo celebramos el sábado pasado, con una barbacoa en casa de B. que resultó estupenda. Ya estamos pensando en la siguiente. Empiezo a pensar que si, definitivamente volviese a casa, les echaría de menos y eso es el primer paso para comenzar a sentirte parte de un lugar, lo cual no me había ocurrido hasta ahora.
La respuesta es demasiado complicada y con los años me apetece menos resolver jeroglíficos.
Ayer, de vuelta de Bilbao por segundo fin de semana consecutivo, hablábamos en el coche del miedo que nos daba a las tres el paso del tiempo, de lo mayores que nos empezamos a sentir, de lo que ha evolucionado la vida de los que queremos en estos últimos años (sobre todo la de los que siguen viviendo en nuestras ciudades de origen: Bilbao, Gijón y Vigo), con una pareja "formal", proyectos en común e incluso algunos pensando en ampliar la familia...
Todo eso se me queda un poco grande, por lo menos por ahora, pero no puedo evitar pensar que en Madrid es bastante difícil conocer a gente con esa mentalidad "tradicional", nos movemos a un ritmo tan acelerado que si no eres tú será otro/a y tanto los acontecimientos como las personas tienen sólo importancia relativa.
No sé dónde estaré en el futuro pero la verdad es que, al márgen de todo tipo de convencionalismos impuestos por la educación que nos han dado, sí me gustaría acabar compartiendo un espacio con alguien a quien quiera, respete y admire. Por ese orden.
Aunque utilizas tu magia sigo mostrándome ante ti como una agnóstica de fantasías. Das vueltas a mi alrededor con ese aura de "lo que ves es lo que soy" sin embargo me resisto a creer que eres de carne y hueso. Has recibido grandes golpes pero tu inocencia sigue estando intacta... la mía hace aguas (saladas) que ya no puedo achicar.
"Me gustaría haberte conocido hace tiempo" dices, "la niña que buscas voló persiguiendo una cometa" contesto. No te debilitan mis estúpidas pruebas, simplemente te hacen gracia porque estás muy seguro de lo que sientes, esa confianza en algo tan etéreo choca de bruces con mi extrema racionalidad y me desmonta por completo.
No hay avances porque sigo encerrada en una torre de cristal, sé que acabarás cansándote de rodearla intentando subir, yo me resisto a lanzarte esta cuerda que tengo reservada para una huída de mi misma. Has decidido aprender a volar y para ello pronuncias extrañas palabras que sólo están escritas en los cuentos. Me pregunto una y mil veces de dónde habrás salido... no quiero tocarte por miedo a destruirte, prefiero evaporarme yo.
En ello estoy.
El tema de hoy, me gustaría haberles visto el fin de semana pasado en Aranda (Sonorama) pero al final elegí Bilbao, mi compañera de piso me invitó a ir. Hoy repetiré. Me ha encantado (a pesar de lo que dice todo el mundo) supongo que el museo la habrá revitalizado y modernizado urbanísticamente, lo cierto es que el paseo por la ría es impresionante. Deberíamos aprender un poquito en Vigo y darle más vida a una ciudad tan industrial pero llena de posibilidades de ser "abierta al mar".
Creo que son las dos mejores palabras que puedo utilizar, de un tiempo a esta parte, para describir mi persona.
Nunca pensé que unas circunstancias vividas por igual pudiesen ser vistas con una óptica tan diferente, realmente hablamos idiomas distintos.
Esto es lo que he visto...
Primer año sin vacaciones. Ayer alguien en idéntica situación comentó que le faltaba el olor a Cádiz, le entendí perfectamente. A mi alrededor sólo veo gente haciendo maletas, despidiéndose, contando sus planes de escapar. Supongo que la ciudad se queda más tranquila que nunca, esa es la parte buena. Disfrutarla desde una paz imposible de conseguir el resto del año. Me asombran sus contrastes, sin medias tintas, tiritando en sus fríos inviernos o luchando por no asfixiarte cada vez que bajas las escaleras de una estación de metro en verano cuando el aire caliente te golpea la cara; soportando empujones de masas o pisando madrugadoras hojas de un cercano otoño en calles desiertas por las que ya nadie pasea.
Como banda sonora de estos días: Thom Yorke, “The Eraser” (recordando uno de los mejores conciertos de los que he sido testigo, Radiohead en la plaza de las Ventas).
El video del single, Harrowdown Hill, lo tenéis en este link:
http://www.muzikalia.com/noticias_leer.php?referencia=7306
¿Pero onde raio é iso? De súpeto atopeite pero no momento xusto no que non era quen de merecelo. Xa non lembro cómo saín da boca do lobo e vin a alguén que sorría mirando cara min. E deixeime levar... e perdín o pouco sentido que reservaba para ás emerxencias. Agora non hay mapa con punto vermello que sexa capaz de orientarme. Falamos idiomas distintos así que nin sequera ti podes explicarme nada. Pecho os ollos e segues a observarme. A tentas xiro sobre min mesma e comezo a marearme. Marexada, forte marexada bate contra o muro que un día levantei. Sinto que os exércitos están febles, sei que chegará a longa noite de pedra na que decidan retirarse. ¿Qué farei eu? De mirar tanto ó futuro esquencín o presente, creo que xa é momento de disfrutalo, sen máis.
Dije que te quería... pero en realidad ocultaba que querría quererte.
Esta noche la tímida luna se esconde tras los árboles, educadamente, para no molestarme en mis pensamientos, de vez en cuando me susurra frases al oído que no logro entender.
Vuelvo a meditar...
Hubo un tiempo en que era fuerte, respiraba hondo, lo echaba todo a la espalda y seguía en la brecha. Todavía no comprendo el origen de esa fortaleza. Energía que emana de una ilusión o de una meta. Sin mi consentimiento el mundo ha girado y me encuentro colgando de un hilo boca abajo. Hay días en que la sangre se agolpa en mis sienes, latiendo, pon, pon, pon, sin embargo hay otros en los que no siento nada. Si un transeúnte despistado se acerca sorprendido por la situación y trata de descolgarme simplemente le miro de reojo, escudriñándole para averiguar que es lo que pretende a cambio de ese favor. Finalmente consigo que se aleje espantado por una extraña energía que le expulsa del círculo en el que nos encontramos encerrados mi sombra y yo.
Levedad que me alivia del peso de mi cuerpo, todos somos levedad, nada es tan importante.
Continúo divagando...
La sensibilidad que convive conmigo cumple años en progresión geométrica, se sienta en mi banco, me coge la mano y se deja llevar cerrando los ojos. Huele a verano, suena esa fuente, canta aquel pájaro, ella lo percibe y trata de transmitírmelo apretando mis dedos. Los días que está de buen humor nos reímos mucho juntas pero si le falta alegría me duele su dolor como una punzada certera en el alma y lo peor es que no sé qué hacer para ayudarle, no sé cómo ayudarme.
Me pierdo...
Ojos interrogantes de niña que todo quiere saber observan el mundo desde un balcón verde pero no entienden nada. Parece que todo ocurrió ayer y sin embargo empieza a tener arrugas en la cara. Nunca el tiempo es perdido dijo alguien en una canción, pero entonces ¿cómo está notando que se le escurre entre los dedos mientras permanece rígida e inmóvil sentada en su sillita de madera? Una vez tuvo sueños que brillaban como los puntos de luz que se ven en el cielo de las ciudades sin farolas. Ahora se ha mudado a otro país y se olvidó de incluirlos en el equipaje, ¿o acaso alguien se los robó?
El título se debe a varias razones, primero porque por fin he aceptado una de las dos ofertas de trabajo, concretamente la que no tenía pensado elegir lo cual me descoloca un poco, he invertido tanto tiempo argumentando (o tratando de autoconvencerme firmemente) en favor de la primera (con peor horario, peor sueldo, menos vida pero más "reconocimiento" profesional) que resulta extraño que ahora elija la otra, la de la pequeña consultora. Siempre he preferido los despachos o empresas de tamaño intermedio porque creo que se aprende más, no eres un número sino una persona y suelen tratarte como tal, lo que ocurre en esta ciudad es que parece que si no trabajas para "los grandes" (KPMG, Deloitte, etc.) no existes o estás perdiendo la oportunidad de poner esos nombres que hacen (o rellenan) curriculum. En definitiva, no sé cómo me saldrá este segundo intento de mejorar pero necesito un poco de estabilidad en ese aspecto ya que el resto de mi persona está bastante desequilibrado, además si finalmente no es lo que parecía ser (resultando una secta peligrosa que quiere abducirme) siempre me quedará la tercera que será la vencida.
La otra razón del título es que estoy pensando en echar el cierre a este blog, desde hace una larga temporada siento que no es lo mismo que cuando empecé, ya no escribo con tanta frecuencia ni tan abiertamente así que quizás ponga fin a estas historias. Me ha servido de mucho que estuviéseis ahí, egoístamente algunas veces necesitaba vuestros post para remontar desde el lado oscuro. No descarto abrir otro en el futuro, pero sería para anónimos, como éste en sus inicios.
Este fin de semana se celebra en Madrid el Orgullo Gay (http://www.elmundo.es/metropoli/2006/06/26/musica/1151317541.html ), para mi no es una fiesta cualquiera, haber vivido durante casi dos años en la mismísima plaza de Chueca implica que la siga disfrutando como si la calle Pelayo y alrededores fuesen todavía mi barrio.
Recuerdo que, tras el pregón a mitad de semana en el centro neurálgico de la ciudad estos días, comenzaba el espectáculo que se prolongaba hasta casi la una de la madrugada, era imposible no unirte a él ya que estuvieses donde estuvieses (incluido el patio de la cocina que era la parte más interior de la casa) oías la música. Eso sí, el viernes asumías que esa noche no ibas a dormir nada y el sábado que ya no podrías entrar en el portal porque la masa de gente te lo impediría hasta la mañana siguiente. Es curioso como algo que puede resultar molesto en un momento se puede echar de menos con el tiempo.
Siempre que paseo por esas calles, sean o no estas fechas, las considero como un poco mías, quizás sea porque me he sentido un poco parte de ellas, de su bullicio, de sus molinillos de colores, de sus tiendas, de su gente, de su extravagancia, ...
He disfrutado mucho viviendo ahí, sobrevolando los tejados con la mirada desde esa terraza de un quinto y soleado piso de alquiler.