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SAUDADE

dolor

"Tus huesos" (Havalina)

"Mi mundo está enfermo y tú me lo haces notar (...)"

Nine songs

El nueve siempre ha sido mi número preferido. No creo en la numerología, o por lo menos que yo sepa, pero desde siempre he perseguido ese número. En las notas del colegio, en la camiseta del chico que jugaba al basket que me gustaba, en la pedrea de navidad...

 

Ayer, leyendo uno de los blogs que suelo ojear habitualmente, entendí la cábala.

 

Corto y pego el post, hace referencia al indigente que los vigilantes de seguridad mataron a tiros en Madrid hace unos cuantos días:

 

"Ayer hubo en Barajas 9 disparos, nueve.

Se recogieron 9 casquillos de bala, nueve.

En la numerología, el ” 9 ” es el número del amor incondicional, el amor universal. Entrega a los demás. El sanador espiritual. El perdón.

Las personas ” 9 ” son abnegación y compasión. Puesto que su amor lo abarca o, desea aplicar su energía al servicio del universo. El 9 confiere una visión de la verdad impersonal, pero justa, generosa, benévola y paciente. Artista y pensador, desarrolló sus cualidades en los ciclos precedentes y ahora está dispuesto (o dispuesta) a compartir su conocimiento con el resto del mundo. Los iones han llegado al último estadio.

Pasaron por el ciclo completo de las nueve vibraciones, almacenando experiencia a lo largo del camino. Y al cerrarse el ciclo, alcanzan una total comprensión y tolerancia respecto a los puntos de vista y los prejuicios de los demás.

Palabras clave: amor, compasión, paciencia, universalidad, tolerancia, servicio abnegado, desenlaces.

¿Creen ustedes que los cinco policias que dispararon ” 9 ” balas creen en la numerología?.

¿No les parece más bien desproporcionada la reacción de cinco policías contra un indigente, loco, habitual y alcohólico?. O si lo prefieren loco habitual y alcohólico habitual.

Este pobre hombre ¿no pudo recibir una mejor o más adecuada asistencia en nuestro país en vez del número 9?"

 

Descanse en paz. 

 

 

 

 

"I am one" (Smashing pumpkins)

I am one as you are three
Try to find messiah in your trinity
Your city to burn
Your city to burn
Try to look for something
In your city to burn, you'll burn
Am I as I seem?
I'm down
Down, so down

Time is right for a guiding light
Try to turn to reasons in your bitter life
Your city to burn
Your city to burn
Try to look for something
In your city to burn, you'll burn

See you, don't you just want to
See you, I am one
See you, don't you just want to
See you

See you, don't you just want to
See you, I am one
See you, don't you just want to
See you, I am one


Hoy necesito guitarras, subiré el volumen para que su fuerza arranque mi rabia.


"Heavens gonna burn your eyes" (Thievery Corporation)

Este ha sido el peor fin de semana de mi vida (y de la tuya) con diferencia. Nunca entenderé lo que ocurrió. Todavía creo que estoy sumergida en un océano de pesadilla, no he salido a respirar a la superficie porque arriba la tormenta es aún más fuerte que el oscuro silencio abisal.

 

Ojalá pudiese retroceder en el tiempo y predecir algo así. No puedo llorar, no puedo gritar, no puedo vivir sólo respirar con fuerza para no ahogarme.

 

Tranquila dulce niña, alguien ha hecho añicos tu espejo pero no podrá borrar NUNCA tu preciosa sonrisa.

"Walking around" (P. Neruda)

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorviendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos,
aterido, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

 

 

Dientes de león

Y si soplas sólo vuelan cenizas.

Sabor agridulce

Se cadra, liberar este luns, nun dos concertos do ano, gran parte das emocións contidas nalgún lugar de aí adentro, é o motivo polo que agora síntome baleira e con este sabor agre na gorxa. Hoxe non teño ganas de escribir. Nin ganas de nada.

"Songs from the low side"

Acabo de volver a verle y van DOS (¿cuántas más quedan?) por la misma calle. Todavía me tiemblan las manos mientras escribo esto. Dijo que venía de trabajar, que se comía un par de bocadillos de camino antes de las clases de la tarde, que el ritmo de esta ciudad le estaba matando, que a ver cuánto aguantaba (bienvenido al club, ¿acaso ahora me entiendes?). Le comenté mi búsqueda de curro, aquí y allá, poco más...

Estaba desaliñado pero más de lo habitual, barba de una semana, pelo lacio enmarañado, sus míticas chaquetas de lana, por supuesto escuchando música...

Terminó sugiriéndome una vez más: "cuando quieras quedar, ya sabes donde estoy", ni le contesté, simplemente sonreí y le di una palmadita en el hombro, me entendió...

Segundo presentimiento cumplido y también van DOS, voy a empezar a creer que tengo algo de meiga.
Se me ha quitado el hambre...

Miradas oblicuas

Mi armario ropero está lleno de máscaras, cada mañana me levanto y decido cual ponerme. Las diseño yo misma. Al principio eran de un material transparente que dejaba ver nítidamente mis rasgos, sin embargo, de un tiempo a esta parte se han vuelto opacas, son tan perfectas que ni yo misma me reconozco. Me sitúo frente al espejo y me coloco la de la autosuficiencia, es una de mis preferidas. También están las de la hipocresía necesaria (fundamental para ser diplomática) y la de la sonrisa forzada (cuando lo último que me apetece es esbozarla). Algunos días no quiero llevar ninguna... hoy no es uno de ellos.

Migrañas

De nuevo me duele la cabeza, sólo si entrecierro los ojos se mitiga un poco el zumbido interno y evito que me haga daño la luz que entra por la ventana de la oficina.
Esto está ocurriendo con demasiada frecuencia. Empiezo a preguntarme qué está fallando dentro de mi compleja maquinaria.

Interiorizando...

Siempre he preferido los poemas de desamor, los que te desgarran por dentro, creo que quien los escribe es capaz de plasmar mejor lo que siente cuando se encuentra así (con la dificultad que entraña sacar toda esa maraña de sensaciones y traducirlas en letras). Pienso también que los momentos de felicidad son tan efímeros que si pierdes el tiempo garabateando sobre ellos se te escapan o se transforman en algo material, se "cosifican" y dejan de ser tan especiales... quizás sea esa la razón por la que este blog tenga tanta "saudade".

Presentimientos

Las ciudades grandes custodian nuestro anonimato, ser uno más, pasear por el barrio sin tener que saludar a nadie porque todos son extraños. Alguien me comentó que sería demasiada casualidad si me cruzaba con él, "Madrid es muy grande", dijo la voz, pero yo tenía un presentimiento. La verdad es que no me fío mucho de esas cosas pero en este caso esa sensación me superaba, era la crónica de un encuentro anunciado. La fecha fue ayer. Horas extras impagadas hicieron que saliese casi una hora tarde de trabajar. Calle desierta. Tiendas cerradas. Apenas unos cuantos peatones que apuran el paso para ir a comer. Cambio mi recorrido sin saber muy bien porqué, camino hacia el semáforo mientras suena Kasabian en mi mp3, levanto la vista y allí estaba, al otro lado del paso de peatones, con su personalidad arrollante dándome una bofetada de realidad en la cara. Mis pulsaciones alcanzan una velocidad vertiginosa. No puedo pensar, la situación es tan extrema que he perdido la noción del tiempo y del lugar, imagino que mi subconsciente estaría preguntándose qué demonios hace él en esta ciudad, invadiéndolo todo con su presencia. Cruza y no me ve, soy yo quien le saludo. Se queda rígido, se quita las gafas de sol y veo sus ojos, mirada que no olvidaré nunca, mezcla de sorpresa, culpa, desconcierto y,por qué no, alguna que otra brasa de viejo y sincero cariño, "no me mires así", le digo, "¿cómo quieres que te mire si no sé cómo comportarme?", es su respuesta. Intercambiamos frases sobre algo que nunca debería haberse dicho por teléfono sino en persona, aguantando el chaparrón del dolor del contrario. No se hizo y las heridas siguen abiertas. Apenas cinco minutos y nos despedimos. Cada uno por su lado. Habrá otros días como ese en el que le vea y no esté solo, él mismo se encargó de recordármelo y me preguntó cómo reaccionaría cuando llegase ese momento, "con educación" contesté, conocía mi respuesta pero quería oírla de mis labios, quizás para quedarse más tranquilo. Me encontré fuerte, con naturalidad mantuve el tipo, sin esforzarme, me salió así. He superado el primer combate pero la batalla (que yo perdí hace tiempo) es muy larga...

La historia se repite

LONDON CALLING
(The Clash)

London calling to the faraway towns
Now that war is declared-and battle come down
London calling to the underworld
Come out of the cupboard, all you boys and girls
London calling, now don't look at us
All that phoney Beatlemania has bitten the dust
London calling, see we ain't got no swing
'Cept for the ring of that truncheon thing.

The ice age is coming, the sun is zooming in
Engines stop running and the wheat is growing thin
A nuclear error, but I have no fear
London is drowning-and I live by the river.

London calling to the imitation zone
Forget it, brother, an' go it alone
London calling upon the zombies of death
Quit holding out-and draw another breath
London calling-and I don't wanna shout
But when we were talking-I saw you nodding out
London calling, see we ain't got no highs
Except for that one with the yellowy eyes.

Now get this
London calling, yeah, I was there, too
An' you know what they said? Well, some of it was true!
London calling at the top of the dial
After all this, won't you give me a smile?

I never felt so much a' like.

"In my place" (Coldplay)

Esta noite estarei nun autobús de camiño a casa, sete horas dunha viaxe que fixen tantas veces que xa perdín a conta. Alí xa non son tódo-los que están, unha pedra caeu no río e misturouse coa lama o pode que fose arrastrada pola corrente, a vida segue, mudei de agua, agora vou ir ó mar a coller caramuxos.

"I left you" (Sophia)

El título&letra de esta canción podría reflejar perfectamente cómo me siento desde el jueves de la semana pasada. Nadie me había hecho tanto daño desde hacía mucho tiempo. El dolor se ha convertido en rabia y se ha quedado en el estómago por el que hace tiempo que no revolotean las mariposas de mi blog. Cuando alguien en quien confías desde que eres una niña, al que has visto crecer y sabe toda tu vida, con el que has compartido grandes momentos, con el que has reido y llorado, del que has estado muy muy cerca y luego te has alejado, te rompe el alma en mil pedazos te sientes morir, como si de repente no sintieses las articulaciones de tu cuerpo, languidez, tu fuerza se ha escapado y te ha dejado ahí, sola y sin saber que hacer. Creía que estaba preparada para un momento así y quizá lo estuviese si "se hubiesen guardado las formas", no se ha respetado el código invisible existente entre grandes amigos que hace que las cosas se digan de la mejor manera posible, poniéndote en el lugar del otro, utilizando las palabras más suaves pero al mismo tiempo siendo franco y poniendo las cartas sobre la mesa, mirando a los ojos...
Queda seguir, siempre hay que seguir, ¿por qué? pues... por si acaso.