Magia
Un estado de euforia como el de ayer me impide recordar todos los detalles de la puesta en escena, provocando que me evada de todo lo que me rodea, sólo me concentro en percibir cómo cada nota se filtra por mis poros y me dilata las pupilas.
Llegamos un poco antes de la hora. Los alrededores del Pabellón (y sus bares) estaban llenos de gente. Entramos justo en el momento en que empezaban a sonar los teloneros, The Bravery. Como he comentado alguna vez, ese tipo de grupos me enganchan bastante por la energía que transmiten, temas que hacen bailar mientras arañan guitarras. Muy comerciales, más de lo mismo, es la moda, puede ser... pero me gustan. Tocaron apenas una hora.
El pulso continuaba acelerado, llevaba toda la tarde a una velocidad desorbitada, empezaban a sudarme las manos mientras me las frotaba una y otra vez. Con exquisita puntualidad se apagaron las luces. A partir de ese momento no fui consciente de nada, todo sucedía demasiado deprisa para ser capaz de asimilarlo. Sin parar de aplaudir, saltar, sonreir, cantar y gritar hasta que se despidieron abrazados con Goodnight lovers. El orden de las canciones fue exactamente el previsto, sin cambios de última hora, me quedaría con Walking in my shoes, Word in my eyes, Enjoy the silence, Everything counts y Never let me down again por decir algunas.
Lo mejor: comprobar que el paso del tiempo no ha restado ni un ápice de energía al grupo en sus directos. Lo peor: las que no sonaron.
3 comentarios
misslucifer -
out -
out -