Resaca
Algún comentario más sobre el concierto del lunes...
No había pisado el Pabellón desde su remodelación y me llevé una grata sorpresa. Conseguí las entradas la semana antes y temía que desde esa grada que nos había tocado no viésemos nada. No fue así, la ubicación era perfecta, a la derecha del escenario. A pesar de que prefiero (casi siempre) estar en pista, no puedo evitar que se me pongan los pelos de punta al ver a 15.000 personas desde arriba, agitando los brazos al mismo tiempo, igual de emocionadas que yo.
La escenografía futurista era bastante simple quizás para que, una vez vista, centrásemos toda la atención en ellos, en cada uno de sus movimientos y complicidad, porque (para mi uno de los mejores detalles) esta vez sí la hubo y vaya si me gustó. Martin y Dave bailaron juntos, se abrazaron, incluso Dave le hizo tremenda reverencia a Martin tras volver al escenario después de sus ovacionadas y consecutivas Damage people y Home. Como colofón de todo, el dúo, sobre la pasarela que se alarga entre el público, cantando Goodnight lovers. Podría haber sido otro final (por ejemplo invertir el orden de las dos últimas y terminar con el impresionante movimiento de brazos al ritmo de Never let me down again) pero no había sido tan emotivo como ese, con mensaje luminoso de LOVE incluido.
Tampoco voy a cortarme a comentar lo bien que ha envejecido Dave, con sus ajustados e imprescindibles pantalones negros, sus tatuajes tras quitarse esa chaqueta y chaleco en la tercera canción, su energía (no paró de moverse, contonearse, girar, bailar como todos nosotros- durante las dos horas que pisó, con esas ¿botas? de tacón, cada recodo del escenario), en definitiva su CARISMA... imposible de describir, en serio. Martin, vestido de pseudo-ángel con alas negras, también brilló con luz propia, varias veces coreamos su nombre... me dejó muda en Shake the disease...
El orden de las 21 canciones fue el previsto, ni un cambio, pero que las conociese de antemano no le restó ni un segundo de magia, oscura, atormentada y rebelde, que es la que realmente me gusta.
Ayer alguien me llamó desde el concierto cuando sonaba Everything counts y se me removió todo, de nuevo estoy atacada... ya queda menos para el viernes.
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