Asocial
No sabéis cuánto me molesta encontrarme por las mañanas, en la parada del autobús (el único medio de transporte que la mayoría podemos permitirnos para llegar a las nuevas oficinas) a otros compañeros de trabajo. Sí, es toda la verdad, a esas horas no me apetece hablar, que interrumpan mi autismo, que tenga que sacarme los auriculares para no decir nada. Antes no ocurría porque cada uno llegaba de forma diferente pero ahora es inevitable y no lo soporto. Invaden momentos en los que quizás esté tratando de arreglar el mundo en mi cabeza mientras, al mismo tiempo, reflexiono sobre el sueño que he tenido la noche anterior. Ya me habían robado los minutos en los que era feliz mojando en el café las galletas del desayuno y ...¡ahora esto!
4 comentarios
out -
Encuentro, en él, una rara ecuanimidad:
la de los placeres solitarios.
(Cristina Peri Rossi)
Luk -
Este enero no está siendo nada fácil.
O Congro -
out -