Con vistas al mar
Hoy puedo escribir con calma, hay gente aquí que sigue de vacaciones por lo que la oficina está bastante tranquila. He llegado a Madrid esta mañana (a las 7:00) tras este largo fin de Semana Santa en casa. Es la primera vez que dejo pasar tanto tiempo (desde navidades no viajaba al norte) y noto lo mucho que necesito desconectar de la agitación continua en la que vivo desde el momento que pongo el pie en la estación de autobuses, como si respirase profundamente y se me desatascasen los pulmones.
A pesar de que el sol no se dejó ver mucho no he podido evitar acercarme todos los días a la playa, incluso lloviendo contemplar la ría resultaba espectacular. Estoy pensando en comprarme una bicicleta para recorrer la costa este verano a golpe de pedaladas.
Por lo demás no he hecho grandes cosas, charlas con cafés, cine, alguna que otra salida nocturna con encuentros esperados e inesperados (los segundos mejores que los primeros), un poco de lectura de libros atrasados, conversaciones con mi padre sobre lo perdida que me encuentro últimamente a nivel laboral (entre otros), etc.
La siguiente cita supongo que será en un par de semanas, salvo que surja algún plan con otro destino
1 comentario
m .i. -
TE QUIERE. M. I.