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SAUDADE

Interpol

Este lunes he sido testigo de un concierto impresionante, INTERPOL en Madrid.
La expectación flotaba en el ambiente de la Riviera, se hicieron de rogar un poco, hacía muchísimo calor, los presentes nos impacientábamos y silbábamos para que no nos torturasen más, queríamos oir de una vez la inconfundible voz de Paul Banks. Llegó el momento, se apagan las luces de la sala, se enciende una luz blanca al fondo. Gritamos. Contenemos la respiración. Me pongo de puntillas para tratar de ver algo. Unas figuras elegantemente vestidas han ocupado el escenario. Suena Next Exit, paroxismo...
Durante esa hora y veinte disfruté cada minuto, subidas y bajadas de intensidad, momentos para deleitarte con la belleza de canciones tristes (para mi los mejores porque reconozco que prefiero “Turn on the Brigth Light” a “Antics”) y otros para dar botes y sentirte privilegiado por estar con el corazón a mil por hora, una sonrisa de felicidad de oreja a oreja y la camiseta empapada de sudor. A destacar la combinación de sonido e iluminación, para mi, impecables.
Yo me quedo con los clásicos: los primeros acordes de Untitled (cerré los ojos y me removieron por dentro), la impresionante Stella ( con el estómago grité Stella, Stella, oh Stella, Stella I love you), las guitarras en Obstacle 1 y en el final de Public Pervert (para mi la mejor de “Antics”) rasgaron en dos el cielo de esa noche madrileña con su fuerza y contundencia.
Gracias por haber venido, gracias por haber tocado, gracias por habernos dado las gracias en un español perfecto, gracias por recordarnos que esto es lo que hace que te ilusiones tanto cuando se acerca la hora de un concierto. Volved, por favor, os esperamos.

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