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SAUDADE

Más festivales 2005 (I)

Este fin de semana se organizaba en Madrid, por primera vez al aire libre, el Metrorock, sus humildes comienzos quedan lejos, se ha convertido ya en un festival multitudinario, como quedó demostrado sobre todo el segundo día que se abrieron las puertas.

Viernes

Me bajé en la parada de metro de Campo de las Naciones. Allí unos chicos que hacían publicidad de un coche se ofrecían a llevarte gratis al recinto (porque caminando eran veinte minutos bajo un sol de justicia) a cambio de que rellenases un folleto con tus datos para que te enviasen propaganda a casa. Ni me lo pensé, me dejé llevar. Primer susto, ¡la cola que había para cambiar el abono por la pulsera era increíble! Me enfadé por la falta de previsión. Llamé a un amigo que se suponía que ya tenía que haber entrado pero por suerte estaba cerca de las taquillas todavía. Fui corriendo y le alcancé. Estaba con el resto de gente que habían dicho que vendrían. Gracias a ellos conseguí colarme pero el tiempo de espera aproximado era de una hora como mínimo.
Nos perdimos a Standstill, caminamos hacia el escenario verde y llegamos a la tercera o cuarta canción de Mando Diao. Me sorprendieron en concierto, no sólo eran unos "adolescentes guapos con pose" sino que además sabían tocar y lo hacían bien. Hubo algún problema con los micrófonos pero nada importante. Rock de guitarras con fuerza, sonaron mejores que en su disco.
A continuación Sidonie, que no tuvieron su mejor día, ¿será que no iban lo suficientemente drogados esta vez como para hacer un concierto divertido?, presentaron tres temas de su nuevo disco que se supone que saldrá a final de año y no me gustaron, también (como muchos otros grupos ultimamente) se han pasado a cantar en castellano, han perdido un poco su identidad y originalidad.
Les siguió el concierto de Elefantes que no nos gustaban a ninguno (¿de quién sería la idea de incluirlos en el cartel?) con lo cual para hacer tiempo nos tumbamos en la hierba a beber algo y descansar.
Por ultimo, Ocean Colour Scene, conciertazo de la noche. El sonido esta vez fue perfecto, a destacar la voz de Simon Fowler (completamente entregado) acompañada del sonido limpio de guitarras y batería. Si cerrabas los ojos podías distinguir perfectamente cada instrumento...
Nos fuimos tras ese broche de oro.

Pd: de nuevo largas colas para la vuelta hacia Cibeles en búho.

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